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Yo no conocí, afortundamente, a Slavoj Zizek hasta hace relativamente poco.
Y menos mal.
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Por favor, visionad el vídeo que no tiene desperdicio. O, mejor dicho, tiene TODO el desperdicio del mundo… y así os ahorráis mi perorata de texto (muy largo, necesitaba desahogarme, es más personal que dirigido a mis lectores). En realidad, lo mínimamente necesario para calarlo sería escucharlo (o leer los subtítulos) pero precisamente de lo mejor del vídeo es que se puede apercibir en él, con sus gestos, su «comunicación no verbal», que se diría… que el tipo o no está bien de la cabeza o se cree al pie de la letra lo que dice.
Me he decidido a compartirlo para que todo el mundo con dos dedos de frente pueda comprobar a qué nos enfrentamos con la decadencia actual en el mundo académico. Y a los que tengan ojos y oídos operativos y funcionales que se preparen y estén en guardia si se lo encuentran.
Zizek es el príncipe de los posmodernistas actuales. El paladín de los psicoanalistas. Adalid de Jacques Lacan. Defensor del marxismo cultural. Señor de los pastiches, que analiza temáticas sociales de vital importancia no a través de estudios econométricos, análisis en laboratorio o papers elaborados en revistas peer-reviewed… sino a través de referencias al cómic francés, cantantes pop actuales y al cine de los años cincuenta. Ahí, sin anestesia. Y en lo que le salga de los huevos después de haberse acostado en su diván freudiano, también. Dejas hablar a un esquizofrénico drogadicto borracho y te hace un discurso más coherente que el de Zizek.
Slavoj Žižek es un filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural de Eslovenia. Su obra integra el pensamiento de Jacques Lacan con el marxismo, y en ella destaca una tendencia a ejemplificar la teoría con la cultura popular.
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Žižek utiliza en sus estudios ejemplos extraídos de la cultura popular, desde la obra de Alfred Hitchcock y David Lynch, hasta la literatura de Kafka o Shakespeare, además de problematizar autores olvidados por la academia como V. I. Lenin, Stalin y Robespierre y tratar sin remordimientos temas espinosos como el fundamentalismo, la tolerancia, la subjetividad y lo políticamente correcto en la filosofía posmoderna
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Lo imaginario se encuentra Otro en la etapa del espejo, el fallo en ese reconocimiento ilusorio, como concluye Jacques Lacan citando a Arthur Rimbaud: «Yo soy otro» (Je suis un autre). Lo imaginario es la fantasía fundamental que es inaccesible a nuestra experiencia psíquica y se eleva de la pantalla fantasmal en la que encontramos objetos de deseo. Aquí también podemos dividir lo imaginario entre uno real (el fantasma que asume el lugar de lo real), uno imaginario, o lo imaginario mismo, (la imagen/pantalla en sí que sirve como cebo) y uno simbólico (los arquetipos de Jung y el pensamiento New Age).
Sus tres películas-documentales más famosas son: The Reality of the Virtual («La realidad de lo virtual» 2004), The Pervert’s Guide to Cinema (algo así como «Manual de cine para pervertidos «, 2006) y The Pervert’s Guide to Ideology («Manual de ideología para pervertidos», 2012). El guionista, presentador y conferenciante en esos «filmes»… es él mismo.
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Madremíademivida… ¿¿¿CÓMO PUEDE HABER TANTO FALLO EN UNA SOLA PERSONA???
Psicólogo lacaniano, marxista leninista, proponente del New Age, filósofo posmodernista, estudioso de teología, nacionalista… ¡¡¡Manda huevos!!! Yo no lo conocía porque no me muevo por «esos ambientes», pero por lo visto el tipo éste está considerado poco menos que el dios actual del posmodernismo. Hay gente que alucina totalmente con este pavo.
Me ponía a repartir hotias y me iban a faltar mejillas.
Zizek, repetimos y resumimos… es un «filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural» (bueno, ya nos van avisando). Un resumen de su «curriculum»: «Su obra integra el pensamiento de Jacques Lacan con el materialismo dialéctico marxista y en ella destaca una tendencia a ejemplificar la teoría con la cultura popular».
Vamos, un charlatán de primer orden. La antítesis del pensamiento científico y racional, de la imparcialidad y objetividad mínimas, de la seriedad… y el buen gusto, ya puestos. Lo mismo te habla (¡como si fuera una autoridad!) de Macroeconomía, Historia de las religiones, Psiquiatría, Física cuántica… que de cine negro, novela detectivesca, anime o sus muertos en escabeche. Y todavía si lo que dijera fuera cierto, pase. El problema es que miente a mansalva sobre todo ello (¿¿¿eso que él dice en el vídeo es la Física cuántica???).
Zizek representa lo PEOR del posmodernismo nacido tras la Segunda Guerra Mundial, combinado con el fraude del psicoanálisis y la chorrada trasnochada y pseudocientífica del marxismo aplicado al análisis social. Algo que teníamos ya superado con creces en el mundo académico y científico tras todo el enorme daño que causaron (no me hagan recordar el daño que causaron los psicoanalistas a los afectados por autismo, por ejemplo)… este tipo no sólo lo ha resucitado sino que llena conferencias y aulas.
Insisto: me liaba a repartir hostias de dos en dos hasta que salieran impares.
Porque lo grave no es que exista este pavo… La culpa la tienen los payasos que acuden a escucharle y que le llenan sus bolsillos y su ego. Echadle un vistazo a su «público» porque, hay que admitirlo, lo tiene… Un público que se asocia emocionalmente a su forma de ver las cosas porque le GUSTA.

Zizek firmando sus obras en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. 2 de julio de 2017. Fotografía de Jaime Villanueva para El País. Fuente.
Un público joven, alternativo, antiglobalización, altermundista, anticapitalista, amante de la New Age, antisistema, marxistas de medio pelo, estudiantes de Filosofía, con la palestina al cuello, peinado mohicano (sí, como Zizek, yo también puedo hacer «análisis políticamente incorrectos chistosos y muy ácidos», donde las dan, las toman), culturetas hipsters (hipsters de baja estofa, eso sí), descontentos con la sociedad o que no están muy bien del «tejado» y al que le gustan sus conferencias-espectáculo donde hace chistes de Taylor Swift, que hacen mucha gracia entre el público joven de estudiantes izquierdosos porque «los profesores mayores no los pillan» y porque en vez de libros utiliza vídeos de Youtube y memes. Oh, claro, con leer, que es una actividad que requiere esfuerzo, asimilación y capacidad de comprensión correrías el riesgo de notar que SU DISCURSO ES UNA MIERDA A LAS PUTAS PRIMERAS DE CAMBIO, cosa que es más difícil que suceda en la inmediatez de lo audiovisual, putos vagos digitales de los COJONES.
Este tipo atrae como público a gente poco informada que quiere soluciones mágicas y fáciles, y no entiende que el mundo es un complejo lugar donde por eso se estudian varias ciencias, y que si hubiera una solución rápida para todos los problemas, ¡desde cuando ya estarían resueltos!
«Es que me gusta mucho porque es políticamente incorrecto, tú fíjate en los títulos de sus obras más conocidas… Guía de cine para pervertidos y Guía ideológica para pervertidos.«¿Tú te guías por EL TÍTULO de una obra para saber si es cierto o no su contenido? Tú lo que eres es un TARADO MENTAL.
“Es que ha subvertido la forma clásica de acceder a la filosofía”. Lo que ha hecho ha sido CAGARSE en ti y en toda tu casta mintiendo como un bellaco e inventándose sus paridas. Y en vez de tanta Filosofía, a ver si aprendes sobre Ciencia dura y Ciencia Social seria, CON NÚMEROS. Que «filosofar» lo sabe hacer cualquiera sentado en el sillón de su casa. Ponerse a hacer estudios econométricos buscando datos duros es BASTANTE más difícil. Y más cercano a un análisis serio de la realidad, SOPLAPOLLAS.
«Es que su forma de explicar las diferencias culturales a través de cómo diseñan ingleses, franceses y alemanes sus retretes es muy divertida». Y FALSA. Y simplona. Y falacia anecdótica. Si a través de eso puedo discernir con seriedad y eficiencia las complejidades de una comparativa intercultural, mis cojones son margaritas del campo.
«Es que es más antiposmoderno, en realidad es hegeliano». PUES PEOR ME LO PONES. Vamos, ni que eso fuera una mejora o algo de lo que sentirse orgulloso, ¿no te jode? Hegel es uno de los filósofos más oscurantistas, con un lenguaje tan mierdoso y una falta de sistematicidad tan bestial que llega a superar a Freud y a Lacan. ¡Que os dejéis de «filosofadas»… que acudáis a la CIENCIA, coooooooooooooñññññooooooooo…! Que la Estadística, el análisis de dato empíricamente contrastable y la Econometría deben ser las herramientas de análisis, no el «porque yo lo valgo» o «se me ha ocurrido esto pensando». Y si queréis luchar contra el capitalismo o la corrupción política, NO HACE FALTA METERSE EN ESTAS CHORRADAS DE ZIZEK y los posmodernistas. Más os valdría denunciar judicialmente, asociaros sindical y cívicamente y/o participar en las instituciones, vagos cobardes de las narices.
«Es que se mete con cosas que otros no se atreven». A ver si nos enteramos que para meterse con el capitalismo el neoliberalismo o criticarlos despiadadamente NO NECESITO DE OTRO FRAUDE como Zizek, que tengo verdades DE SOBRA como para hacerlo. No se combate un daño con OTRO daño. Ah, claro, es que Stiglitz no es tan gracioso como Zizek, ¿no? Y emplea muchos números para ti, que odias las Matemáticas porque no se te daban bien y por eso te pusiste a estudiar Filosofía.
Mi crítica no es contra la Filosofía per se. Eso queda para ciertos… «luchadores escépticos» que odian y aborrecen de la misma de manera facilona. Mi crítica es la de aquellos que «filosofan» en vez de realizar un análisis científico o meramente serio. Campos como Filosofía de la Ciencia, la Lógica y varias aportaciones en Epistemología y Ética son ciertamente materias dignas de seguir siendo desarrolladas. Ejemplos de filósofos como Bunge o Russell salvan la cara de todos aquellos que se dicen amantes de la sabiduría.
«Es que es todo un personaje, que educa haciendo reír». ¡¡Coño!!! Eso también lo hacían Espinete y el Chavo del Ocho, ¡¡¡y sin necesidad de mentir!!! Lo digo MUY en serio… Barrio Sésamo era mejor método de instrucción que la «obra» de Zizek.
Y ya que mencionamos la Filosofía, nos ponemos más en serio y opto por incluir el análisis de Christian Peregusna que realizó en el debate que mantuvimos sobre este personaje: «si de algo es culpable Zizek, además de todo lo mencionado, es de dar una imagen equivocada sobre lo que es la filosofía. No es que la disciplina esté exenta de problemas, pero no me parece que el caso de Zizek sea peor, por analogía, al de Kanazawa a la Psicología o un austríaco promedio a la Economía.
Si vemos obras cumbres contemporáneas como el tratado en ocho tomos de filosofía básica de Bunge, o la defensa histórica y lógica del realismo científico de Psillos, así como la crítica bienintencionada a éste por parte de Torretti, por poner ejemplos, veremos que son cosas que difícilmente hace cualquiera.
Slavoj ha recibido, filosóficamente, algunas de las críticas que merece. Aquí una a sus confusos planteamientos políticos y ya aparecerán con seguridad en los otros temas que trata, que por ser tantos me da la impresión de que es un charlatán que ha planificado cómo serlo. Si escribes mucho de muchas cosas, será más difícil que alguien te critique globalmente. Por esto mismo, al contrario de la impresión que da su cobertura mediática, está lejos de tener la hegemonía que aparenta en términos académicos. Similar al caso de Alexander Dugin, que en EE.UU. se muestra casi como ideólogo de Rusia Unida.»
Continúo yo. Afortunadamente, a Zizek le han calado rapidito en el mundo académico: es un autor muy poco citado, y de las veces que se le cita es principalmente para criticarlo (en Argentina, con su pasión por el psicoanálisis es otro cantar). Concuerdo con muchos críticos de Zizek que, tras ver su evolución personal… al tipo se la sudan esas críticas. ¿Cómo podemos decir eso? Porque se le nota que lo que quiere es llamar la atención. Como poder, podría saber hacerlo mejor. Su época anterior a esta fama recién adquirida revela que el colega tiene una cultura muy amplia y que sabe escribir: no es exactamente un magufo chiflado. Es un ideólogo (posmodernista anticapitalista), sí. Pero lo que ha logrado con su histriónica forma de hablar y actuar es labrarse un nicho personal y la atención de las cámaras.
«Digamos, tenía cómo ser alguien que aportar, pero creo que prefirió el dinero fácil y las luces, que su incoherencia es planificada -aunque lo de lacaniano es genuino-, precisamente, para tener un alcance mercantil mayor. Justamente lo que su «odiado» capitalismo premia con más fuerza en el corto plazo».
De todas formas el tipo no se puede decir que engañe… porque basta con OÍRLE y, lo que es peor, VERLE para darse cuenta de que es un jodido fraude, un engañabobos, un psicoanalista de mierda. Observad el vídeo, en la mejor tradición lacaniana… ¡¡¡NO DICE NADA!!! Habla y habla y habla sin sistematicidad alguna. Salta de argumento o de tema como rana epiléptica, sin prácticamente ninguna conexión, no hay coherencia interna, ni un conocimiento MÍNIMO de lo que habla.

La muletilla de Zizek: «And so on».
Paulo Coelho tiene más profundidad. ¡Qué coño! Un charco en pista de patinaje tiene más profundidad.
Insisto: la culpa no la tiene tanto él como la PANDA DE GILIPOLLAS o estúpidos emocionales que acude a verle y/o a «formarse» con él. Ya lo dije en otro post pero os lo recuerdo o aviso por si no lo sabíais… este tipo le dio clase a Pablo Iglesias, el líder de Podemos. Sí: Filosofía, Film y Psicoanálisis se titulaba el master. Olé ahí la calidad de tus masters, Pablito. Y de tus profesores. Y tu ideología. A fin de cuentas, fuiste tú el que promocionó a Zizek desde tu programa en la Sexta, La Tuerka. Oh, «sorpresa»…
NOS AVERGONZÁIS A LOS QUE NOS CONSIDERAMOS PROGRESISTAS.
Qué coño, avergonzáis a los elementos de la tabla periódica, IMBÉCILES.
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