1º de mayo. Feliz día del Trabajo y del trabajador. Día para celebrar y para agradecer.

Feliz día del Trabajo.

Y del trabajador.

Hoy es un día muy utilizado en el calendario para celebrar muchas cosas. Es el día de inicio del mes de las fiestas de Córdoba, nuestro mes de las flores. Mi tierra huele a vida. A belleza.

Incluso muchas personas celebran el día de hoy como la festividad primaveral por excelencia que deviene de las antiguas festividades como el Beltaine céltico.

Pero, ante y todo y sobre todo, es el día para decir: gracias a todos los que seguís trabajando de una u otra manera, da igual cuál, por sacar esto adelante.

Un año más hago un alto en mi camino para repetir, recordar y hacer recordar el sacrificio de todos los que nos precedieron en la lucha laboral. Gracias a su sangre, sudor y lágrimas disponemos de nuestros actuales derechos laborales.

Sí, como esta festividad de la que estáis disfrutando. Y muchas otras festividades. Y las vacaciones pagadas, la conciliación laboral, atención sanitaria profesional y bajas por enfermedad, cotizaciones sociales, etc. Por no mencionar la infinidad de otras cuestiones añadidas en las que, sin ser estrictamente propias del mundo de la lucha laboral, el movimiento sindical contribuyó decisivamente. Como la igualdad entre hombres y mujeres o los derechos de y el reconocimiento hacia la comunidad LGBT.

Es el día en que agradecemos (o deberíamos) el sacrificio que hicieron todos los que nos precedieron para que pudiéramos disfrutar de los derechos laborales y muchos, muchos derechos sociales que hoy tenemos… y que hay que continuar defendiendo porque nos los quieren arrebatar o mermar.

Recordemos que esos días de fiesta, esas jornadas laborales de ocho horas, esas vacaciones pagadas y los derechos de conciliación familiar que hoy tenemos por básicos, lógicos e incluso garantizados… no se obtuvieron gratis ni vinieron solos, como mucha gente cree.

Si hoy gano un sueldo mínimo, con derechos hoy tan asumidos como las vacaciones y que mi familia está bien atendida en un Estado del Bienestar desde luego no ha sido porque nos estuvimos tocando los cojones sino porque LUCHAMOS.

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No debería tener que recordar nada de esto. Pero es que es inaudito comprobar cómo la memoria histórica de la gente es tan corta y asume que todo esto que hoy tenemos vino dado por casualidad o sin esfuerzo. “Olvido” alimentado por muchos grupos interesados en que la lucha laboral y los sindicatos desaparezcan como los ultracapitalistas, libertarians, austríacos, anarcocapitalistas, economistas supply-side, conservadores y neoconservadores para poder ellos beneficiarse a título personal. Vamos, que esos derechos no vinieron precisamente gente como Juan Ramón Rallo o Hayek a dárnoslos sino que son precisamente quienes quieren quitárnoslos.

Pues por lo que a mí respecta ni se va a olvidar y se va a seguir luchando e insistiendo en ello.

ESOS DERECHOS SE CONSIGUIERON GRACIAS A UNA LARGUÍSIMA LUCHA SOCIAL QUE COSTÓ LO INDECIBLE.

Costaron un sufrimiento inmenso, incluidos miles de muertos y miles de muertos siguen costando en buena parte de países donde sus regímenes políticos no permiten el asociacionismo laboral.

Por no decir que si esos derechos se mantienen es gracias a nuestra vigilancia permanente, nuestra continuación de la lucha laboral (política, sindical, judicial…), Y A NUESTROS VOTOS.

No digo nada de esto por decir. La correlación entre pérdida de puestos de trabajo, especialmente puestos de trabajo de calidad y ausencia de representación sindical está demostrada econométricamente (recordemos el trabajo del economista Carlos Góes quien no es precisamente un socialista dado que trabaja para el Fondo Monetario Internacional).

Y no me da la gana que eso se olvide. Porque los que lucharon por ello no se lo merecen y no nos lo merecemos los que seguimos luchando.

Los derechos laborales NO son gratis.

Costaron vidas y un sufrimiento atroz.

Y siguen costando.

En muchos países del mundo está incluso prohibido protestar contra las malas condiciones de trabajo, bajos sueldos y abusos empresariales o estatales. Nosotros nos quejamos en nuestro Primer Mundo y en países como España de que con las reformas laborales neoliberales nos han congelado el sueldo o abaratado el despido, y hacemos muy bien en protestar. Pero recordad también que hay personas luchando y sufriendo porque les bajen la jornada laboral… ¡a doce horas! O que trabajan sin cotizar, en condiciones deplorables, siendo niños y/o con sueldos de auténtica miseria.

El asociacionismo obrero está prohibido legalmente en Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Eritrea, Sudán y Laos. Tan sólo en Colombia, se llevan investigando tres mil muertes de sindicalistas desde 1977. En Zimbabwe se mata ¡a los hijos! de aquellos que tan siquiera intentan asociarse.

La mismísima República Popular de China, que tan socialista es, tiene prohibido el sindicalismo no gubernamental, ¡incluido el marxista!

Un recuerdo para todos aquellos valientes que se atreven a luchar contra esas injusticias, ya sea desde los sindicatos, asociaciones de trabajadores o a título particular.

Y un recuerdo para los que vivimos en las sociedades donde se consiguieron avances laborales significativos… de que las cosas se consiguen luchando y vigilando continuamente porque permanezcan, no permaneciendo indolentes y conformándose ante el abuso.

Para eso hay que asociarse, luchar y saber votar.

Tened todo esto siempre en cuenta, por favor.

Especialmente en el día de hoy.

El Día Internacional de los Trabajadores.

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Gracias a todos aquellos que en su día lucharon y lo siguen haciendo por intentar hacer de éste, un mundo mejor. Este día es para recordar que, sin esa lucha, no tendríamos los derechos que nos hacen sobrellevar situaciones como la pandemia que hemos vivido.

No olvidemos eso. Jamás.

Y es por ello que hoy, más que nunca, digo… gracias por vuestro sacrificio.